Este año la Navidad en Bagdad será diferente. Es que las casas de los cristianos no se verán adornadas este año con pinos con motivos navideños por miedo de ser el centro de los ataques de extremistas musulmanes.

La tradición de los comerciantes de la capital iraquí era hasta hace poco vender cientos de verdaderos arbolitos de Navidad a los miembros de la minoría cristiana, que se concentra entre los barrios de Karrada, en el centro de Bagdad, y Riyadh, al sudeste de la ciudad.