El titular del Monumento, Miguel Carrillo, explicó al móvil de Radio 2 que si bien este tipo de prácticas se realizan con frecuencia para prestar cortesía a los Estados con quienes la Argentina mantiene relaciones –en sus fechas patrias o bien por momentos de regocijo, como cuando liberaron a los mineros atrapados en Chile en 2010–, en esta ocasión, la celebración del izamiento revirtió un significado especial: el Papa elegido es argentino.
La bandera papal permacerá alta en el cielo durante todo el día, aunque no en el mástil principal. Quien pase por Córdoba y el río la podrá ver orgullosa custodiando uno de las entradas laterales.