La brecha que separa a los sectores de mayores ingresos con los segmentos más pobres de la población registró un importante retroceso durante el último año, según el último relevamiento realizado por el Instituto Nacional de Encuesta y Censo (Indec).

En base al informe sobre el estado de la Distribución del Ingreso durante el tercer trimestre de 2006, la relación entre los deciles extremos pasó de 42 a 35 veces, lo que implica una reducción en la brecha del orden del 16,7 por ciento respecto a similar período del año pasado.

Según el relevamiento, el 10 por ciento por ciento más adinerado de la población recibe un salario promedio de 1.968 pesos por mes, contra los 57 pesos que percibe el 10 por ciento más pobre.

Esta mejora en la distribución del ingreso se vio reflejada también en el "Coeficiente de Gini", cuyo valor "0" representa una situación de igual distribución entre los 10 estratos y el "1" una situación de absoluta desigualdad, donde el último decil recoge la totalidad del ingreso.

Al término del período julio-septiembre de este año, el Coeficiente Gini mostraba un valor de 0,492 puntos, por debajo del 0,506 de igual período del año pasado, y del 0,537 de tercer trimestre del 2003.

El mes pasado, el presidente Néstor Kirchner destacó que durante el 2007 "habrá que intensificar la política de distribución del ingreso, los proceso de inclusión social, tendiente hacia una sociedad más justa".

Los datos dan cuenta que la distribución del ingreso ha tenido una persistenete mejora interanual a partir del 2003.

Este se debe, según análisis hechos por el Palacio de Hacienda, a un crecimiento del empleo y un aumento del salario real.

La tasa de empleo se encuentra en niveles cercanos al 42 por ciento, récord de los últimos 15 años y la creación interanual de empleo, sin planes sociales, creció unos 740 mil puestos.

A esta creación de puestos de trabajo se le sumó una mejora en los salarios "provocadas por el propio desempeño del mercado y la política de ingresos implementada por el Estado Nacional", destacó el informe.

En agosto de 2006 el salario mínimo pasó de 630 pesos a 760, y en septiembre a 780 pesos, lo que significó un aumento del 24 por ciento.

Este esquema escalonado se completó en noviembre llegando a 800 pesos, es decir, un aumento del 27 por ciento.

El aumento de salarios del sector registrado se explica, además, por una cantidad récord de convenios colectivos.

Estas mejoras para el sector registrado han sido acompañadas y superadas por las remuneraciones de los asalariados no registrados que han tenido en el último año un aumento real del 12 por ciento frente al 10 por ciento de los registrados.