Un estudio reciente sugiere que combinar la descarga de energía de la cafeína de las bebidas energéticas con los efectos embriagantes del alcohol es más arriesgado que beber alcohol únicamente.
Los científicos de la Universidad del Norte de Kentucky contribuyeron a las crecientes investigaciones sobre los cocteles de moda, como vodka y bebidas energizantes, dividiendo 56 estudiantes universitarios entre los 21 y los 23 años en cuatro grupos. Los estudiantes recibieron una bebida alcohólica, una bebida energética, una bebida con ambos ingredientes mezclados o un placebo.
Las bebidas fueron preparadas para que se vieran y supieran como bebidas energéticas alcohólicas, por lo que los participantes no sabían cuál consumían. Los investigadores midieron la velocidad con la que los estudiantes podían ejecutar y suprimir acciones luego de la dosis, y les pidieron que evaluaran sensaciones como estimulación, sedación, dificultades y niveles de intoxicación.
Los estudiantes que bebieron alcohol mostraron problemas con el control de los impulsos. Pero los que bebieron la bebida energética alcohólica percibieron que tenían menos dificultades que los que bebieron la misma dosis de alcohol únicamente, según los autores del estudio, lo que podría hacer que sean más propensos a riesgos como conducir en estado de embriaguez.
"Este estudio demuestra que estas bebidas son distintas... los consumidores deberían tener esto en cuenta", según Cecile Marczinski, autora líder del estudio y profesora asistente del departamento de ciencias psicológicas. "Podría ser apropiado ponerle etiquetas de advertencia a las bebidas energéticas que indiquen que no se deben mezclar con alcohol".
Aunque la combinación de alcohol con bebidas que contienen cafeína no es nada nuevo (está, por ejemplo, el Cuba Libre), las bebidas energéticas contienen cerca de tres veces la cantidad de cafeína que contienen las bebidas cola, lo que las hace especialmente estimulantes, señaló Marczinski.
Estudios anteriores sugieren que entre el 30 y el 50 por ciento de los adolescentes y jóvenes estadounidenses consumen bebidas energéticas que también podrían contener estimulantes como la guaraná.
La estimulación de las bebidas alcohólicas que contienen cafeína contrarresta los efectos sedantes del alcohol, lo que le hace sentir a los consumidores que no están siendo afectados igualmente por el licor, explicó Marczinski. Sin embargo, las bebidas energéticas no alteran el nivel de problemas conductuales, solo la percepción de los mismos.
"Lo que más preocupa son los problemas para conducir", dijo. "Típicamente, el juicio de mucha gente no es bueno incluso en los mejores momentos cuando no están bebiendo alcohol. Cuando la gente empieza a sentirse somnolienta, sabe que es hora de irse a casa. Esto podría prolongar la experiencia de la fiesta más de lo que debería".
Ella y los demás investigadores anotaron que hacen falta más estudios para determinar si los cocteles con bebidas energéticas están incrementando las prácticas de consumo peligroso de alcohol entre los jóvenes, que ya demuestran niveles elevados de atracones de bebida.
El estudio aparece en la edición en línea de la revista especializada "Alcoholism: Clinical & Experimental Research".
Bruce Goldberger, director de toxicología del Colegio de Medicina de la Universidad de Florida, asegura que su investigación indica que los bebedores son más propensos a conducir si mezclan el alcohol con las bebidas energéticas. Otros estudios muestran mayores niveles de violencia, sexo sin protección y hasta agresión sexual entre los que consumen la combinación, dijo.
"Existe la percepción de que si se consume cafeína se adquirirá la sobriedad, cosa absolutamente falsa", advirtió Goldberger. "Debido a que los efectos de la cafeína actúan en una región del cerebro mientras que los del alcohol en otro, no son mutuamente excluyentes. Algunos le llaman a esto el borracho despierto".
Fuente: Medline Plus