Los milímetros caídos no eran muchos pero comenzaron a precipitar con intensidad cerca de las cuatro de la tarde. Las bocas de tormenta, muchas veces receptáculos de basura tirada en la vía pública o de las hojas caídas, no dieron abasto y las calles céntricas se inundaron. Una vez más, automovilistas apurados salpicaron a los transeúntes que estaban más cerca del cordón.
El último parte climático indicaba que a la hora de la lluvia (después de las 16), la visibilidad era de 1 kilómetro, la humedad del 100 por ciento y el cielo permancía completamente cubierto.
Para este martes se anuncian más lluvias y tormentas durante toda la jornada con temperaturas que oscilarán entre los 13 y 20 grados. Recién el miércoles el cielo comenzaría a despejarse.