La crisis financiera internacional tiene en jaque a las automotrices y ha impactado en empresas que no la habían sentido hasta ahora.
Audi comunicó hoy en Ingolstadt que en enero sus ventas mundiales cayeron más del 28 por ciento respecto al mismo mes de 2008, hasta un total de 56.000 vehículos.
La actual crisis que atraviesa el sector automotriz atrapó así también al grupo alemán, que hasta este mes había resistido sus efectos.
Sin embargo, la difícil situación del mercado no fue la única causa del retroceso de las ventas, según indicaron sus portavoces. La introducción del A4 a principios de 2008 permitió un incremento de ventas desacostumbrado que afecta a las cifras actuales, explicaron.
El año pasado Audi registró un incremento de ventas del 4,1 por ciento, hasta alcanzar una cifra de más de un millón de unidades.
En el caso de BMW, la facturación cedió un cinco por ciento, a 53.200 millones de euros (68.100 millones de dólares).
El número de automóviles vendidos en 2008 bajó, por su parte, un 4,3 por ciento, a 1.435.000 unidades.
La automotriz emplea a unas 100.000 personas, 7.000 menos que el año anterior, cuando fue resuelta la supresión de puestos en el marco de un programa de reajustes.
En tanto, la japonesa Toyota corrigió por tercera vez sus previsiones para el presente ejercicio fiscal y ahora espera pérdidas netas, por primera vez desde 1963, por 350.000 millones de yenes (3.800 millones de dólares), según informó hoy en Tokio el mayor fabricante mundial de automóviles.
Hace apenas dos meses, Toyota aún había pronosticado un beneficio de 50.000 millones de yenes para el ejercicio 2008/2009, que termina el 31 de marzo. En el ejercicio anterior, la compañía había obtenido un beneficio récord de 1,72 billones de yenes.
Toyota ya había previsto en diciembre pérdidas operativas, por primera vez desde 1940, pero las nuevas previsiones auguran un resultado negativo mucho peor, de 450.000 millones de yenes, 300.000 millones más que la cifra estimada en el último mes del año pasado.
La empresa también espera que la facturación caiga a 21 billones de yenes, un 2,3 por ciento menos que la cifra prevista en diciembre.
Toyota registró en el último trimestre de 2008 pérdidas netas por 164.700 millones de yenes, frente a un beneficio de 458.600 millones de yenes conseguido en el mismo.