Toda una generación de “niños movedizos” se suma a quienes sufren cuadros psicológicos o neurológicos. La escuela no sabe cómo tratarlos, ni qué hacer con ellos. En algunos casos, se los expulsa de a poco. Los maestros dicen que están solos, pero que si se genera un vínculo afectivo con el niño los resultados son asombrosos.
La escuela ante los “chicos inquietos”
Una investigación realizada en Córdoba da cuenta de que el 50 por ciento de los chicos hiperactivos tienen problemas en el colegio. Todo depende de la maestra que les toque o el director que gestione la institución
Estén medicados (muchos en exceso) o no, los padres llegan a ocultar qué le pasa a su hijo con tal de que lo reciban. Por lo general, peregrinan de una escuela a otra. La situación estalla después del desborde de las maestras y, por lo general, de notificaciones diarias a madres de chicos que no encuentran su lugar en el mundo.
La psicóloga Claudia Garnica explica que el déficit atencional ha devenido en problema social. "Hace 10 años había más sobrediagnosticación de déficit atencional, con la movida publicitaria de la Ritalina. Ahora, el problema es que estos chicos no son aceptados en los grupos. No hay tantos casos como antes, pero son más graves", dice la psicóloga, con 20 años de atención y seguimiento a hiperactivos.
En muchos casos, la escuela no logra contener a los chicos que no se ajustan a un molde y los excluye. Los especialistas consultados estiman que el 50 por ciento de los chicos hiperactivos que atienden tienen problemas en el colegio. Todo depende de la maestra que les toque o el director que gestione la institución. A veces, cuando los docentes que los contienen abandonan la escuela los chicos también se van. "Se suele tener una idea de lo que el alumno debe ser y hacer. Y si eso no se corresponde con los chicos, éstos quedan excluidos", explica Adelia Setto, presidenta de Fundación Añil (www.fundanil.com.ar), que trabaja en resiliencia.
Eduardo López Molina, psicólogo de la Subsecretaría de Calidad Educativa del Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba, reconoce que la escuela recurre a herramientas tradicionales que no encuadran con el perfil de los chicos de hoy, que no son otra cosa que producto de profundos cambios culturales y sociales.
Fuente: La Voz del Interior