El fuego cruzado en la escuela provincial Nº 77, Pedro Goyena, a causa del anunciado retorno de la ex directora Olga Álvarez, sigue en pie. Y la movilización de padres e integrantes de la Cooperadora del establecimiento que se oponen a ese regreso, generó la reacción de la propia ex directora. "Quienes me cuestionan son menos de la mitad de los docentes", se defendió Álvarez, quien aseguró que el próximo 19 de mayo asumirá nuevamente su función  “porque eso es lo que dispuso la dirección Jurídica del Ministerio de Educación de Santa Fe".

Más allá del repudio de la comunidad educativa de la escuela, la cartera educativa autorizaría la reasunción de la ex directora, luego de la tramitación de un sumario administrativo que investigó su accionar. Al respecto, la titular de la Región VI de ese Ministerio, Marta Díaz, dijo a Rosario3.com que “el tema aún está en estudio”.

“Lo que se dice con palabras hay que poder probarlo y hasta el momento no he visto que quienes me acusan de tantas cosas hayan probado algo en mi contra”, se defiende Álvarez, quien solicitó a este medio ejercer el derecho a dar a conocer su propia versión de los hechos.

En respuesta a lo expresado por diversos miembros de la comunidad educativa –quienes la cuestionan por utilizar el maltrato y la persecución psicológica hacia los docentes y un trato autoritario hacia los alumnos– la ex directora señaló que la más perjudicada con la actual situación es ella misma, ya que el sumario que se sustanció para investigar las denuncias que pesaban en su contra debía resolverse en 180 días y se dilató durante cuatro años y la privó de su legítimo derecho a ejercer el cargo al frente de la institución educativa.

“Quienes me cuestionan son menos de la mitad de los docentes –replicó Álvarez– y algunos padres que se dejan llevar por lo que dicen esos docentes, ya que muchos de ellos ni siquiera me conocen. Además, lo que objetan es el modelo de conducción que llevé adelante y que estaba centrado en la calidad académica”.

La cuestionada profesional aseguró que detrás de las acusaciones que le imputan hay intereses internos en juego y niega que ella haya “perseguido” al personal para que compartan sus ideas o su metodología. “En mis 39 años de antigüedad como docente, jamás me manejé de ese modo –afirmó–, sólo que para seguir el ritmo de actividades que yo impulsaba, había que trabajar demasiado y eso a algunos docentes no les gustaba. De todas maneras, hay un digesto escolar donde constan los derechos, deberes y obligaciones de los docentes y yo nunca he exigido al personal algo que no pudiese exigir en forma legítima, de parte de ellos”, aseveró la ex directora, quien dio por sentado que el 19 de mayo próximo se hará presente en la escuela para reasumir su cargo, porque es su “derecho” y al mismo tiempo su “obligación”.

El dictamen de fecha 30 de enero de 2008 del Ministerio de Educación de la provincia, que lleva la firma del secretario de educación Jorge Márquez, argumenta la sanción aplicada a Álvarez (de suspensión por 90 días, sin goce de haberes, cuyo plazo está a punto de cumplirse) en causales de reproche disciplinario a raíz de lo cual, tomó intervención la Junta de Disciplina para el personal docente del mismo Ministerio.