Alanah Bagwell, una joven del Reino Unido de 20 años, padece de un trastorno mental que la hace estar obsesionada con la perfección de su cuerpo, informa el diario británico The Sun.

La joven sufre de Trastorno Dismórfico Corporal (TDC o BDD, por sus siglas en inglés), una afección que la lleva, por ejemplo, a hacerse 200 autorretratos para después borrarlos en un ataque de insatisfacción con su apariencia.

"Mostrar mi fea cara es una crueldad (…) Veo marcas alrededor de todo mi rostro", señaló Alanah, cuya enfermedad ya le costó tres intentos de suicidio.

Cuando cumplió 15 años, Bagwell dejó de ir al colegio y se encerró en su casa durante otros cuatro para que “nadie viera lo fea” que era.

"Mi rutina requería cuatro o cinco capaz de base y de corrector de ojeras. Los ojos siempre tenían que estar muy bien maquillados. Yo seguía retocando cada pequeña imperfección una y otra vez", contó a la BBC.

"A los 16, puse en Google «Soy tan fea que quiero morir», y me salió un enlace a la página web de la Fundación para el Trastorno Dismórfico Corporal (Body Dysmorphic Disorder Foundation). Los síntomas que ellos describían eran muy parecidos a los míos, pero yo todavía no podía creer que los tenía", relató la joven.

A partir de ese momento, la muchacha empezó un tratamiento con la ayuda de especialistas.