Su marido el también actor Liam Neeson tomó esta decisión, junto a la de desconectarla de la máquina que mantenía las constantes vitales del cuerpo, para que sus órganos puedan servir a pacientes que los necesiten. Un amigo de la familia afirmó que este gesto era es "muy propio del carácter de Natasha".
La actriz era una activista "comprometida en la lucha contra el Sida", según sus familiares y donando sus órganos "podrá salir algo bueno de esta tragedia".
Según datos de la Agencia Estadounidense de Transplantes, ayer mismo 101.257 personas esperaban urgentemente un órgano compatible, cuando en ese país 19 personas mueren al día por falta de un transplante compatible.
Neeson y los dos hijos de la pareja, de 13 y 12 años, su madre Vanesa Redgrave y su hermana Joely Richardson se reunieron el domingo con los amigos y para estar de luto por la pérdida de la actriz que será enterrada en Millbrook, en el estado de Nueva York, donde vive la familia.