Se ha demostrado un perfil de riesgo cardiometabólico peligroso entre los participantes no diabéticos que presentaban alteración de la homeostasis de la glucosa del plasma y un riesgo cardiometabólico aumentado a pesar del uso de estatinas para reducir los niveles de colesterol en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
La alteración de la homeostasis de la glucosa y el aumento del riesgo cardiometabólico resultó estar más relacionado con el exceso de adiposidad visceral y la grasa en el hígado que con el exceso de peso corporal.
El estudio sugiere que el sobrepeso de alto riesgo u obesidad sea redefinido como riesgo cardiometabólico impulsado por la distribución de grasa corporal, y no por el exceso de peso.