La principal sospecha apunta a la obsesión por la higiene. El periodista Dan Cossins investigó, para la revista de la BBC Focus, hasta qué punto los hábitos de limpieza están confundiendo al sistema inmunológico y lo están desarmando.
Expertos en inmunología revelan que precisamente el cada vez más reducido contacto con bacterias y parásitos está afectando la capacidad del sistema inmunológico de autorregularse. Las respuestas inmunes que se desarrollaron ante la presencia de ciertos microbios se han desquiciado por su ausencia. Como resultado, las defensas del cuerpo se han vuelto peligrosamente hipersensibles a elementos como el polvo, las mascotas y la comida, según explicó Guy Delespesse, director del laboratorio para la investigación de las alergias de la Universidad de Montreal, Canadá.
Varios estudios han demostrado que es la exposición a microorganismos inofensivos y no las enfermedades lo que determina cuán preparado está el sistema inmunológico para regular su altamente agresiva naturaleza. Se comprobó en pruebas de laboratorio que ratones con alergias respiratorias se recuperan mejor cuando son tratados con Mycobacterium vaccae), una bacteria inofensiva que se encuentra en el barro.
Tras observar que las alergias eran menos frecuentes entre las personas que tuvieron enfermedades graves durante su infancia, el epidemiólogo David Strachan, del Hospital Universitario San Jorge (St George’s Hospital Medical School) de Londres, argumentó que los sistemas inmunológicos modernos no están preparados debido a la reducción de infecciones graves en la infancia. El fundamento teórico es que si una persona no sufrió de infecciones serias durante la infancia, carece de suficientes células Th1, un tipo de células del sistema inmunológico que atacan las infecciones, es decir, que protegen al organismo. La escasez de esas células afecta el balance requerido en nuestro cuerpo y provoca que se reproduzcan sin control otras células llamadas Th2. En otras palabras, gracias al estilo de vida antiséptico, el sistema inmunológico se vuelve ocioso, no madura apropiadamente y ataca moléculas extrañas inofensivas.
En 1995, el descubrimiento de las células regulatorias T -un tipo de células que se especializan en frenar a las que atacan las infecciones- revolucionó la forma en que entendemos las defensas del cuerpo. "El sistema inmunológico se mantiene constantemente frenado por la células regulatorias T, que asumen el control (del sistema)", explicó Graham Rook, profesor de Microbiología Médica del Colegio Universitario de Londres (University College). "Lo que realmente está pasando con las alergias es que se trata de un problema de inmunorregulación", dijo el experto.
Fuente: La Gaceta de Tucumán