Marisa Olguín viajó a Rosario este martes con la intención de entrevistarse con el juez de la causa, Edgardo Bistoletti, pero se encontró que estaba de licencia. La mujer está desesperada y es que los tiempos apremian: cinco meses le quedan para bregar que no se cierre la causa.
Por eso, según de dijo a Luis Novaresio en Radio 2, empezó gestiones en la Legislatura y ahora busca convencer al juez Bistoletti, con quien, admitió, no ha tenido en todos estos años una buena relación. Sin embargo, dijo que aspira a “llegarle al corazón” para que no se deje de investigar, algo que, insistió, no puede aceptar
Marisa dijo que sigue creyendo que Bruno está vivo y, en ese sentido, contó que cuenta con un “nuevo dato” que se excusó de revelar. “Tengo otro dato, no sé si el juez va a investigar”. Y consideró que este tiene más seriedad que otros anteriores que llegaron en forma anónima porque hay “un testigo que está dispuesto a declarar” en el propio juzgado.