Si hasta aquí Caruso Lombardi disfrutó a full de sus vacaciones, no solo porque se desenchufó del angustioso presente de Newell´s en las playas de Mar del Plata sino además porque la dirigencia del club del Parque le trajo dos de los refuerzos que pidió, esa mueca de satisfacción que habitaba el rostro del entrenador se transformó ahora en una de preocupación.

Es que a la por ahora imposible llegada de Rodrigo Mannara a la institución, porque el club dueño de su ficha, Cobreloa de Chile, pretende una suma de dinero que Newell´s no está tan convencido de abonar, se sumó la inminente venta de Cristian Ansaldi, uno de los más efectivos integrantes de su equipo titutlar.

Tal como Rosario3.com anunció el viernes, el Colo está a punto de partir a una institución europea (sería de Rusia), y al técnico se le generó un problema que no tenía en mente: la ausencia de un lateral izquierdo que además de marca, le aportaba una buena presencia en la ofensiva.

Esos atributos sedujeron a varios clubes del país y el exterior, al punto tal de que la oferta que finalmente aceptaría la dirigencia ñubelista rondaría los seis millones de euros. Pero Caruso no maneja las finanzas, y si bien está contento porque a Newell´s la transacción le aportará casi 15 millones de pesos, deportivamente para él es un paso para atrás.

Por eso, inmediatamente se enteró de la chance concreta de que Ansaldi se vaya, Caruso inició una fragorosa búsqueda de un reemplazante. El nombre que se barajó primero es el de Cristian Díaz, lateral zurdo de Arsenal de Sarandí, aunque de acuerdo a algunos trascendidos la lista de posibles sustitos del Colo es algo más amplia.

“Te piden que ganes todos los partidos, que los saque del descenso en 2 días”, dijo el DT leproso este sábado a la agencia DyN desde el Balneario 12 de la Feliz. Y la referencia a la urgencia de los hinchas explica el apuro de Lombardi por encontrar la pieza que se inserte en el espacio que quedará vacío si se cristaliza la venta: Ansaldi era una carta importante tanto en la función defensiva como en el ataque. Lo único cierto es que, llegue quien llegue si el Colo se va, Caruso no podrá evitar mirar una foto del rosarino y suspirar un “te voy a extrañar”.