Los carteles “Clarín miente” y “TN. Todo Negativo” volvieron a verse en un acto que encabezó la presidente Cristina Fernández de Kirchner este martes a la noche en Malvinas Argentinas, localidad bonaerense donde se inauguró un hospital. Pero además, en el mismo día, militantes de la juventud kirchnerista denunciaron agresiones a integrantes de la JP-Evita que realizaron una pegatina de afiches en contra de ese grupo.

La presidenta dijo al inaugurar el hospital que "muchas veces desde los medios pareciera que nos quieren hacer bajar los brazos y hacernos creer que todo está mal", pero "tengo confianza en la inteligencia del pueblo que sabe que atrás de esos montajes, se esconden intereses económicos profundos".

Más temprano, según un cable de la agencia Télam (que no está demás decir en esta guerra abierta que responde al gobierno nacional), militantes K fueron agredidos verbal y físicamente por personal de dos empresas (Lincer y Prosegur) contratados por la empresa Artear perteneciente al grupo Clarín.
 
El hecho y los datos de lo ocurrido quedaron radicados en el juzgado correccional 5 que actuó de oficio y que está a cargo del doctor Walter Candela, se informó.

Según los denunciantes "todo comenzó cuando un grupo de compañeros de la JP-Evita realizaba una pegatina en la calle y de inmediato aparecieron unas personas que los agredieron verbal y
físicamente", señalaron dirigentes de la juventud K.

"Minutos después de comenzados los golpes apareció la policía y detuvo a un integrante de la JP-Evita y a otra persona que se identificó como personal de limpieza de la empresa Lincer que
estaba acompañado por personal de seguridad de la empresa Prosegur cuya misión era despegar los carteles" en los que se leía "Clarín miente", explicaron.