Sangre, grasa animal, ¿también residuos cloacales? Los afluentes de la ciudad constituyen el destino final de un cóctel explosivo y un usuario de Rosario3.com logró registrar situaciones que darían cuenta de ello. “Todo va a parar al Paraná sin ningún tipo de tratamiento. Es una verdadera aberración”, señaló.

Juan Carlos se puso al frente de una cruzada verde. Cámara en mano, suele poner el ojo allí, donde el medio ambiente es expuesto al peligro. Involucrado en la ecología y preocupado por la salud de sus vecinos, envió a Periodismo Ciudadano, una serie de imágenes que ponen en rojo a los responsables de la forma en que los líquidos residuales llegan al Paraná.

Primera situación fotografiada: Juan Carlos dio con una camioneta vertiendo sangre y restos animales en el canal pluvial de Uriburu y avenida Las Palmeras. “Es de una pick up Chevrolet que les hace servicios a las carnicerías de Rosario y vuelca sus líquidos en forma directa”, explicó.