"Hoy me tocó estar del otro lado". Con esa frase el periodista del diario La Capital, Jorge Salum, resumió la desazón que sintió ayer durante largas horas en la búsqueda de información más desesperante de toda su vida. Es que al cronista en esta oportunidad no le tocó colectar datos para transmitirselo a los lectores. Rastreaba para saber qué había sucedido con su sobrino que viajaba en uno de los micros con gendarmes que chocó en el sur y poder contárselo a sus padres, que viven en el otro extremo del país, y estaban desolados.