La gripe A aún afecta al mercado de la carne porcina. Es que a pesar de que el virus H1N1 no se trasmite a través de los cerdos, los consumidores siguen relacionando la enfermedad con sus derivados y escoge otros cortes. En Rosario, a comienzos de junio, se registró una baja del 50 por ciento en su compra y en el país, se estima un descenso de un 20 por ciento.

El presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), Juan Uccelli, indicó en el programa Diez Puntos (Radio 2) que “al denominar gripe porcina al virus H1N1 se nos causó mucho daño, afectó al consumo porque la gente relacionó la enfermedad con el cerdo cuando no tiene nada que ver”.

Según destacó “la primera semana de junio hubo un pico máximo en la caída de la venta de carne porcina del 20 por ciento y a partir de ahí se estabilizó”. Afortunadamente, la situación se está estabilizando: “Ahora estamos recuperando los volúmenes normales, estamos en buen camino”.

En tanto, en Rosario también se produjo este rechazo a los productos derivados del cerdo ante el avance de la pandemia. De ellos dio cuenta José García, referente de la Sociedad de Carniceros: “Las primeras semanas se notó una disminución de la venta del 50 por ciento”. Aunque admitió que el mercado comenzó a repuntar, lamentó que no hay vuelto aún a los niveles normales.