La imagen es lo más elocuente: varios autos pasan a otro a pesar de la doble línea amarilla en el pavimento –que, para los que no lo saben, indican justamente que no se debe realizar esa maniobra– en el puente Rosario-Victoria.
Fue el pasado domingo, 15 de julio, antes del partido entre Argentina y Brasil por la final de la Copa América. “A algunos automovilistas apurados no les importó la cantidad del tránsito ni las señalizaciones de la ruta”, lamentó Santiago.