La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que para una niñez saludable física y emocionalmente se debe amamantar a los bebés como mínimo tres meses y, en la medida de lo posible, seis. Sin embargo, es bajo el porcentaje de mujeres que siguen esta recomendación.

El 80% de las mujeres decide amamantar a sus hijos cuando dan a luz, pero esta cifra disminuye al 68% a las seis semanas y al 52% a los tres meses, según se puso de manifiesto en la presentación del manual de lactancia ´De la teoría a la práctica´, editado por la Asociación Española de Pediatría.

Los motivos para este abandono, a pesar de la insistencia de los pediatras en que la leche materna es el mejor alimento para el bebé, están relacionados con el desconocimiento por parte de las mujeres de la técnica para amamantar correctamente y, en menor medida, con causas laborales.

María José Lozano, profesora de pediatría de la Universidad de Cantabria rechaza la creencia de que hay mujeres que no tengan "buena leche" y no sean capaces de alimentar a sus hijos. La percepción, falsa en la mayoría de los casos, de que el niño no se está nutriendo bien se debe a un error de la técnica que impide al bebé obtener todo el alimento que necesita.

Si no se agarra bien al pecho, solo accede a la leche inicial en la tetada, rica en azúcares y proteínas, pero no a la más rica en grasa, explica Lozano. Y ello se debe a que "la leche materna es un elemento vivo y cambiante" que se adapta a las necesidades del niño según va creciendo y cambia también a lo largo del día.