En la web, los promotores del renunciamiento colectivo se identifican como “un grupo de personas de diversas extracciones, entre las que se cuentan ateos, feministas, activistas de los movimientos de diversidad sexual e independientes” y explican que la iniciativa tiene el objetivo de que todas las personas bautizadas en la Iglesia Católica que se sientan lejanas a la institución y que quieran borrarse.
Además, la ONG informa sobre el proceso de apostasía y lo define como “darse de baja” de la Iglesia Católica, a fin de blanquear las cifras reales de católicos existentes. “La Iglesia –dicen– cuenta como católico a todo bautizado, y hay muchos que no quieren pertenecer a ella: hay ateos que sienten que es su obligación darse de baja para mantener una coherencia, también hay quien apostata por no estar de acuerdo con las doctrinas de la Iglesia aún cuando cree en Dios; entonces, apostata para que su nombre no sea parte de esa institución”.
La web propone apostatar para que la Iglesia no utilice la cifra de bautizados (muy alta porque el bautismo se transformó en una cuestión cultural) para imponer sus puntos de vista en la legislación y conseguir privilegios.
Para la Iglesia Católica la apostasía es uno de los tres pecados más graves, junto con el cisma y la herejía. En la Edad Media se castigaba con la muerte en la hoguera. “Los tiempos han cambiado: ahora, se enarbola como un derecho desde Internet”, dicen los organizadores y precisan que en marzo realizarán una presentación colectiva y harán llegar a la Iglesia Católica Argentina las solicitudes de apostasía, fundadas en la ley de Habeas Data, Ley 25.326 de Protección de Datos Personales de la República Argentina.
La presentación es simbólica y pretende ser un acto de repudio a las políticas de intromisión de la Iglesia Católica en la vida de la gente. “Si apostatás –exppican– se anota al lado de la anotación de tu bautismo que abandonaste la fe católica, es el modo católico de darte de baja”, y proponen: “Si vos no querés ser parte de ese 90 por ciento, entonces hacé el trámite. Apostatar es tu derecho. ¡Que no hablen en tu nombre!”.