Este tipo de carreras tienen, en términos generales, una duración de entre los dos años y medio y tres por lo que se convierten en una buena opción para quienes necesitan desarrollar conocimientos técnicos e insertarse laboralmente en un período menor que el que demanda realizar estudios universitarios. Asimismo, esta situación ha provocado una mayor integración entre la trama productiva de cada región y la oferta educativa que trata de cubrir la necesidad de profesionales. Diseño, comercio exterior, turismo, informática, hotelería y agronegocios son algunas de las áreas donde los terciarios tienen gran peso como opción a elegir entre los egresados secundarios que cada año deciden continuar sus estudios.
De acuerdo a las cifras oficiales, en todo el país funcionan 1.888 establecimientos, públicos y privados, dentro del sistema de educación superior no universitaria. La función preestablecida para estas instituciones es la de proporcionar formación de carácter instrumental en las áreas humanísticas, sociales, técnico-profesionales y artísticas. Más aún, la articulación que algunos institutos terciarios han llevado adelante con instituciones universitarias, para facilitar el acceso a estudios de grado a quienes cumplieron con el ciclo terciario, también abrió nuevas opciones de formación.
En otro orden, como alternativa, las instituciones terciarias de formación docente completan la oferta en este nivel, desarrollando conocimientos teóricos y prácticos para los alumnos en las áreas en la que éstos eligieron especializarse: matemática, geografía, idiomas, historia, o lengua.