“La telefonía móvil cumple con una rigurosa observación de los límites de exposición a las emisiones radioeléctricas establecidos por la Organización Mundial de la Salud. Estos límites incorporan amplios márgenes de seguridad y las mediciones de control demuestran que las antenas emiten habitualmente centenares de veces por debajo de los límites establecidos en las normativas internacionales”, afirma el comunicado.
Y agrega: “En la Argentina, las resoluciones del Ministerio de Salud y de la Comisión Nacionalde Comunicaciones establecen valores máximos de emisión, siendo esta normativa aún más exigente que en Europa. En nuestro país, las empresas cumplen con estos límites bajo los controles de las autoridades competentes”.
La Cámara explica que “sin antenas no hay servicio. Para que la telefonía llegue a cada uno de sus usuarios las compañías deben construir y operar redes cuya infraestructura está conformada esencialmente por antenas. Sin las antenas no existe otra forma de satisfacer la conectividad y tener a los clientes comunicados a toda hora y en todo lugar”.