El cotejo que vamos a repasar en vísperas del San Lorenzo-Central de este sábado a las 18.20 es justamente el cruce que por la fecha 10 del Apertura ’99 sostuvieron canallas y cuervos en el Gigante de Arroyito. En esa oportunidad, la victoria fue para el elenco auriazul, que triunfó 3 a 1 con dos gritos de Juan Antonio Pizzi y el restante de Tuzzio en contra, descontando Franco para el visitante.
Todo pasó en el primer tiempo: los goles y la definición del partido a favor de Central, que le sacó al Cuervo la exclusividad de la punta e hilvanó su tercera victoria al hilo. El equipo del Patón borró a San Lorenzo de la cancha, y ya a los 9 minutos se puso en ventaja: apareció Pizzi como un fantasma, casi debajo del arco, para clavar el primero en una acción donde participaron Cappelletti, Ezequiel González, Cuberas y Maceratesi. Y a los 20, metió un cabezazo inatajable -casi con la potencia de un remate hecho con el pie- para el segundo de la tarde.
San Lorenzo reaccionó seis minutos después gracias a un arresto individual de Guillermo Franco (hoy nacionalizado mexicano), que anotó el descuento luego de varios rebotes y una salida en falso de Buljubasich. Pero el intratable Pizzi, junto al defensor Eduardo Tuzzio que lo “ayudó”, estaba donde debía para estampar el tercero a los 38 de esa etapa inicial. El 3 a 1 lucía demasiado cuesta arriba para el golpeado elenco del Cabezón Ruggeri.
El segundo tiempo no fue como el primero. Tuvo menos fútbol, menos juego, más pelea y más amonestados (en total, el árbitro Horacio Elizondo sacó diez amarillas). Central siguió siendo el más aplomado, a pesar de no tener el pie apretado en el acelerador como al principio. Y San Lorenzo buscó pero sin orden. Pese al intento desesperado, todo fue en vano: ya era demasiado tarde para lágrimas. En Arroyito, aquel domingo 10 de octubre de 1999, la alegría fue solo de los dueños de casa.