El torneo Apertura 2006 del fútbol argentino será recordado para siempre como el certamen de la final entre Estudiantes y Boca, en la que el Pincha se quedó con el título merced a una remontada histórica propiciada por el derrumbe futbolístico de los xeneizes de Ricardo La Volpe. El Cholo Simeone era el DT del León platense, que reunió 44 puntos al igual que Boca, pero que triunfó en la definición por 2 a 1 en la cancha de Vélez.

En ese certamen, Newell´s culminó anteúltimo con una escasa cosecha de 16 puntos, uno de los cuales sumó en la fecha 18 ante Godoy Cruz. El resultado con el Tomba (que terminó una unidad arriba en la tabla) fue 2 a 2, con goles de los paraguayos Santiago Salcedo y Oscar Cardozo para la Lepra y de Mariano Torresi y Mauro Poy para el elenco mendocino. El juego se llevó a cabo el sábado 2 de diciembre de 2006 en el Coloso.

El cotejo fue especial por varios motivos: porque el DT leproso Nery Pumpido enfrentaba rumores de despido tras cinco derrotas seguidas y diez fechas sin ganar; porque Juan Manuel Llop, técnico de Godoy Cruz, enfrentó por primera vez en el Parque al club del cual es ídolo; y finalmente porque con su gol, Cardozo llegó a diez en el torneo y alcanzó la mejor marca en campeonatos cortos hasta entonces, propiedad del también leproso Julián Vázquez en el Apertura 2003.

El partido podría resumirse así: primer tiempo favorable a Godoy Cruz; segundo para Newell´s. La primera expresión de ese contraste llegó con el golazo de tiro libre de Torresi desde 25 metros, cuando todavía había estudio mutuo. Encima, poco después de aquel grito inicial, los mendocinos dieron otro, con el remate rasante del ex canalla Poy que sorprendió a Villar. Lo que trajo de regreso al partido a Newell´s fue el rápido descuento de Salcedo, que llegó tras un cabezazo de Aguirre que sacó sobre la línea Devaca, varios rebotes en el área y la definición ajustada del atacante guaraní.

Ya en el segundo tiempo, con algo más de dinámica que fútbol, el conjunto rosarino generó varias acciones aéreas en las que siempre ganó de arriba. Una de ellas le dio el rebote a Cardozo para el 2-2. Godoy Cruz ya no tuvo respuestas físicas ni técnicas, ni la Lepra fútbol suficiente como para torcer definitivamente la historia a su favor. De allí hasta el epílogo, el resultado se hizo indiscutible. Sin diferencias, cada uno se llevó lo que se merecía.