Levantarse cuando está oscuro y cenar cuando aún es de día son algunas de las nuevas costumbres que deberán asumir, a partir de este domingo, los argentinos que viven en las provincias cordilleranas. Quienes viven en el oeste del país son precisamente quienes más se quejan por el cambio de huso horario aprobado este miércoles por el Congreso de la Nación.
Las quejas más enérgicas llegan desde Mendoza, donde opinan que adelantar el reloj una hora no es apropiado para las costumbres y la ubicación geográfica de la provincia. Según publicó hoy el diario Los Andes, “los mendocinos no encuentran beneficios en adelantar una hora”. El diario contó que “en las vísperas de Nochebuena, los científicos del Cricyt le presentaron al gobernador Celso Jaque (…) un informe en el que le manifestaron su rechazo a la medida”.
El cambio del uso horario de -3 a -2 fue propuesto por la presidente Cristina Fernández de Kirchner y aprobado por el Congreso de la Nación. Pero la provincia de Mendoza podría mantener su horario actual, gracias a una excepción que plantearon para la ley dos legisladores por la provincia, aunque la decisión de mantener el horario actual dependerá del gobierno local.
Según el diario mendocino, en la cordillera el sol se pone a las 20.45 pero el crepúsculo vespertino se produce a las 21.13, por lo que desde el 30 a las 22 aún estará de día.
El diario Uno, también de Mendoza, coincide con la oposición general al cambio de hora: “Este desfasaje, establecido para hacer un supuesto mayor ahorro energético, no le saldrá gratis a la población. Respetando su ya habituado reloj biológico, se levantará cuando aún sea de noche, se expondrá a los rayos del sol en los horarios más peligrosos –con el consecuente riesgo de insolaciones y quemaduras–, cenará prácticamente en la tarde, se acostará luego de la cero y se levantará cuando aún sea de noche”, publicó.
Con la oposición de los cientíoficos, los comerciantes y la mayoría de la población ofendida, es probable que el gobernador mendocino se vea obligado a rechazar el plan de ahorro de energía y mantener el uso horario actual.