Puede ser el apuro –falta mucho por hacer y queda poco tiempo para el inicio del campeonato– o el compromiso. Pero lo cierto es que la conmoción que generó el intento invasor de los muchachos de Pimpi no detuvolas tareas de remodelación de Coloso del Parque, en la que participan activamente socios de Newell´s que esta vez no están dispuestos a permitir que quienes vaciaron el club les copen la parada.

Así que a los disparos le respondieron con más trabajo. Tanto que poco después de los incidentes, decenas de personas continuaban con la pintura y la colocación de butacas.

Es más, por el mismo sector por el que los barras habían entrado a punta de pistola, un grupo de hinchas ingresaba las nuevas butacas que reemplazarán a las que quedaron destruidas víctimas de la desidia de la anterior administración y la complicidad de los mismos que ahora pretenden imponer por la fuerza lo que no pudieron en las urnas.