La Universidad Nacional de Rosario fue sede de la 52° reunión del Consejo de Rectores, antesala de la Segunda Conferencia Mundial de Educación Superior convocada por UNESCO que se realizará en 2009. En este marco Rubén Hallú, rector de la Universidad de Buenos Aires expresó su visión acerca de la importancia de apostar fuertemente a la ciencia y la tecnología como política de estado, y a la necesidad de mejorar la calidad de la educación media como prevención frente a la deserción en las universidades.

De la reunión participaron en total veintidós rectores provenientes de universidades de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, quienes evaluaron diversos programas en desarrollo y actividades de investigación conjunta.

Entrevistado por Digiblog, Hallú afirmó: “Desde el Consejo de Rectores, apoyamos fuertemente la idea de la educación como un bien social, todo el mundo tiene derecho a tener acceso a la educación universitaria. Creemos que la educación es una herramienta que va a permitir el desarrollo de nuestros países. La única forma de tener un país de primer mundo, desarrollado y de punta es con educación, ciencia y tecnología. Uno ve los índices de graduados universitarios en los países desarrollados y duplican o triplican las cifras que tenemos el resto de los países.

En cuanto al ingreso a la universidad, Hallú destacó que las cifras en Argentina son positivas, pero sigue existiendo el problema del desgranamiento: “Según el último estudio de UNESCO, Argentina es uno de los países que tiene el mayor porcentaje dentro de América del Sur de jóvenes que en la franja etaria que corresponde estar en la universidad efectivamente cursan estudios superiores. El problema que tiene Argentina es el desgranamiento, un abandono que también se da en la escuela media. Creo que el secreto es apuntar a la retención, ahí debemos hacer un fuerte esfuerzo”.

Al respecto indicó que el Ministerio ha lanzado un programa de tutorías en apoyo a las ingenierías, el área de informática y matemática. “Sería cuestión de potenciar estas políticas. Es fundamental el acompañamiento de los alumnos. Además, creo que las universidades deberíamos de alguna forma colaborar para que mejore la enseñanza a nivel medio”.

En materia de investigación, Rubén Hallú acentúo la necesidad de profundizar lo que se está haciendo en investigación, ciencia y transferencia tecnológica. “En las universidades en los últimos años está cambiando esto de qué se investiga, para tratar de aportar soluciones a los graves problemas que tiene este país. Lo que no implica que no haya que hacer investigación básica. El problema es que no hay que hacer solamente investigación básica. Las universidades no pueden estar ausentes de los problemas que afectan al país, deben hacer investigaciones que lleven a resultados que al gobierno le sirvan para implementar políticas públicas”.

Además, rescató la función de la extensión universitaria que, según sostuvo, durante muchos años había perdido valor. “La extensión es el nexo más directo que tiene la universidad con la sociedad y donde la sociedad también nos reconoce como actores que trabajan para ellos. Esa es la imagen que deberíamos dar”.

Con relación a la nueva ley de educación superior, actualmente debatida, Hallú manifestó que no hay voces disonantes en cuanto a la educación pública y gratuita. Pero según opinó, hacía falta el debate. “Vamos a ver cómo queda la ley, pero si hay algo que no puede decirse es que no se hicieron consultas. Están explicitadas las opiniones de todos los sectores”.

“Este año hubo muchos problemas en el país que postergaron el tratamiento de la ley, la cual venía avanzando para aprobarse antes de fin de año pero se vio postergada. Todavía no hay un proyecto oficial, si bien hay diez proyectos presentados y algunas recomendaciones de Diputados y Senadores al Ministerio de Educación. Esperemos que el próximo año podamos avanzar, derogar la actual ley y reemplazarla”.

Rubén Hallú mencionó que lo que se está promoviendo desde el Consejo de Rectores es una ley que no sea excesivamente reglamentarista. “Debería ser una ley más bien de tipo general, que marque pautas, y después las universidades en uso de la autonomía decidan cómo funcionan internamente”.

Fuente: Universidad Nacional de Rosario