A sus 25 años, Jeremías Ledesma recibió del por entonces técnico canalla Leonardo Fernández la noticia que tanto había esperado: iba a ser titular en Central, el club en el que hizo todas las inferiores. Quizás, ignoraba que un año y medio más tarde, se iba a consagrar como uno de los pilares del tan esperado título del club.

“Se lo dedico mi abuelo que falleció hace poco. A mi mujer, mi hija. A mi vieja, que superó un cáncer. A mi viejo, mi vieja del alma también. Muchas veces el hincha no entiende que las cosas no salen, y ellos coparten esos malos momentos”, dijo el 1, con lágrimas en los ojos, después de una nueva definición por penales en la que tuvo una actuación decisiva.


 

Ledesma y Gil, las figuras ante Temperley. Hoy, el 1 volvió a ser clave.



"Conan” se ganó, a fuerza de atajadas, personalidad y gran intuición en los penales, un lugar en la historia grande de la institución de Arroyito. Y por supuesto, dentro del corazón de los hinchas. El broche de oro fue su actuación de esta noche, con una doble atajada clave ante Silva y Faravelli y otra vez desde los doce pasos.

Ya en semis, contra Temperley, le atajó el penal a Ramiro Costa para que Gil sentenciara la clasificación (5-2). Antes, le había detenido uno a Ortiz ante Talleres (5-3). Y ante Almagro (5-4), se lució con dos atajadas desde el punto del penal: a Mauro González y Basualdo.


Ledesma debutó en la Superliga el 30 de octubre del año pasado, en el 1 a 1 ante Tigre por la séptima fecha, aunque en realidad, en primera división tuvo su estreno el 25 de abril de 2017 por los 32avos de final de la Copa Argentina ante Cañuelas. Poco tiempo después, se convirtió en el 1 del Central campeón.