Este martes comenzó el monitoreo para detectar vectores transmisores de Leishmaniasis. La actividad que se extiende durante el día de hoy consiste en la capacitación a los equipos de trabajo y la instación de “trampas de captura” de los mosquitos flebótomos en doce lugares distribuidos en los seis distritos. Estos espacios fueron elegidos por compartir determinadas características que facilitarían la presencia de estos insectos: humedad, materia orgánica, estar cerca de chiqueros, donde vive gente y abundan perros, ya que estos animales son los principales reservorios urbanos del parásito.

Se trata del primer relevamiento de este tipo que se realiza en la ciudad. Desde ayer a la tarde se empezaron a colocar trampas de captura (aparatos de luz a batería) en lugares ya seleccionados, las que serían recolectadas esta mañana.

Hasta el momento, en la provincia de Santa Fe, no se detectaron casos autóctonos de Leishmaniasis pero sí constatamos casos importados de otras provincias”, manifestó la directora de Servicios de Información en Salud, Analía Chumpitaz.

Por su parte, el director de Epidemiología provincial, Julio Befani, informó que “la gente debe quedarse tranquila porque se trata de una medida preventiva que nos permitirá saber si existen vectores en la ciudad, aunque es importante destacar que en Rosario tampoco se han registrado perros infectados”.


La Leishmaniasis es una enfermedad zoonótica causada por diferentes especies de protozoos del género Leishmania. Estos protozoos son transmitidos por la picadura del mosquito flebótomo, del género Lutzomyia, un insecto de pequeño tamaño (2 a 3 milímetros), con el cuerpo y las alas densamente cubiertos de pelos, que se cría en malezas, hojarascas con mucha humedad y basurales. Abundan todo el año en la zona tropical y en verano en zona templada.

La enfermedad se caracteriza por fiebre, hepatoesplenomegalia, linfadenopatías y pérdida de peso, causada por diferentes especies de protozoos del género Leishmania.

Puede presentarse en dos formas: cutánea, que afecta la piel y algunas veces las membranas mucosas, y sistémica o visceral, que afecta el cuerpo entero y es de mayor gravedad que la primera ya que, de no aplicarse el tratamiento adecuado, puede provocar la muerte de la persona afectada.

El principal reservorio urbano del parásito es el perro. Para poder transmitir la Leishmaniosis, una hembra de flebotomo tiene que picar antes un animal infectado (así se infecta ella) y después un perro sano. Cuando la hembra infectada pica a un perro sano, los parásitos se depositan en la piel del perro y infectan al perro.

Si no se asocia a otros problemas de salud, el ser humano no es reservorio del parásito.

En la provincia de Santa Fe no se han notificado, hasta el momento, casos de Leishmaniasis, ya que los registrados fueron importados. Asimismo, es necesario trabajar en forma preventiva para disminuir los lugares de hábitat del vector, para lo cual es fundamental erradicar hojas y malezas de los alrededores de las viviendas y la basura acumulada en las casas, así como usar repelentes, mosquiteros o telas metálicas y camisas de manga larga y pantalones.