Los médicos que lo atienden debieron dejarle un espacio libre a los sedantes que lo mantienen casi permanentemente adormecido para que pueda disfrutar del partido sin restricciones.
Aunque no estuvo en persona, la Bombonera sintió la presencia del diez, cuyas hijas Dalma y Guanina llevaron a la cancha los estandartes de la pasión hasta el palco de los Maradona, desde donde vieron el partido con emoción.
El estado de salud de Diego Maradona es aún una incógnita ante la falta de una versión oficial, abriendo las puertas a todo tipo de conjeturas. Los médicos dan a conocer partes escritos muy breves y esporádicos, con lo que la incertidumbre empieza a poner nerviosos a más de uno. Este lunes a las doce, un nuevo informe médico, quizás, traiga tranquilidad a los fanáticos.