Ese encuentro fue antes de la firma del contrato para las obras del Parque España. En la Casa Rosada, con “tranquilidad” y “cordialidad”, Cristina les hizo saber a él y al gobernador Hermes Binner –ambos con posturas más cercanas al campo que al gobierno nacional en el marco del conflicto del sector– que no habrá marcha atrás con las retenciones móviles, lo cual viste de un manto de dudas las negociaciones que se llevan adelante durante la tregua de 30 días declarada por los dirigentes agropecuarios.
Lifschitz, que habló con el periodista Luis Novaresio en Radio 2, se quejó por la demora del gobierno en tomar nota sobre la problemática de los incendios en las islas y repitió que tuvo que llegar el humo a Buenos Aires para que se dieran cuenta. “Ahora prohibieron la quema; eso debió pasar hace cuatro o cin años”, afirmó.
Además, advirtió que esto es la “punta de un iceberg” que es la “depredación en el ecosistema del alto Delta” por la contaminación del suelo, el agua, la flora y la fauna. “Acá hay que tomar medidas de fondo para controlar y regular uno de los humdales más importantes de América latina”, reclamó.
Lifschitz dijo que es normal que desde el gobierno se tomen tarde temas que tienen que ver con el interior del país. “Desde Buenos Aires se ven tan lejanos, pero después explotan como pasó con el campo”, criticó el intendente, quien sin embargo tuvo un párrafo de agradecimiento para un dirigente oficialista, el diputado nacional Agustín Rossi, por haberse ocupado de empujar las obras para reparar el parque de España.
El jefe comunal defendió además el tren bala, y si bien admitió que hay otras cuestiones más urgentes, en este caso el financiamiento francés viene atado a este proyecto.