Sí, son cabuleros los políticos. Por eso, después del sorteo del orden que los partidos y candidatos tendrán en la boleta única para las elecciones del 22 de mayo no faltaron quienes empezaron a especular con los números que le tocaron y su significado en la quiniela.
El número se compone por dos variantes: el orden en el que va cada partido, y el orden en que va cada candidato dentro de su frente.
Algunos, quedaron contentos con lo que les tocó. Otros hubieran preferido mejor suerte. Lo cierto es que, según contó la periodista de Radio 2 en Santa Fe Ivana Fux, nadie parece haber tomado el asunto con indiferencia
Uno de los que debe haber tomado más que bien el número que le tocó es Omar Perotti: el 34 en la quiniela significa la cabeza.
Antonio Bonfatti quiere ser quien corte el bacalao. Acaso no le haya caído mal el 41, que es el cuchillo.
Pero más debe haber festejado su rival interno, Rubén Giustiniani, con el 43, que es el balcón (¿el de la Casa Gris?).
Al radical Mario Barletta le tocó el 42, que es la zapatilla.
A Agustín Rossi el bolillero le marcó el 32, que es la plata, mientras que a Rafael Bielsa el 31, que es la luz. Sí, es cierto que él suele hablar como un iluminado.
Pero acaso a quien mejor le calce el número es al Midachi, Miguel Torres del Sel: le toco el 22, es decir, el loco.