El equipo nacional logró su tercera victoria consecutiva en la Copa del Mundo y accedió a las semifinales. Argentina se transformó en la sensación del torneo ecuménico tras vencer en las dos primeras fechas a Francia y Australia, dos de las grandes potencias del rugby mundial.

Luego de esos dos grandes triunfos, el equipo argentino debía superar un último obstáculo en la Zona C para asegurarse se lugar entre los cuatro mejores equipos del torneo.

Así, el duelo con Escocia tomó una importancia trascendental y eso se vio reflejado en la actitud del equipo juvenil desde los primeros minutos de juego.

A pesar de comenzar el partido con un fuerte viento en contra, el equipo argentino se hizo fuerte desde los forwards y a través de sus delanteros sacó rédito para las dos conquistas de Ezcurra.

El primer tiempo terminó con la ventaja del seleccionado argentino por 12 a 0 y la posibilidad de aprovechar el factor clima en su favor en el complemento.