Para el estudio, la autolesión implicaba el arrancamiento compulsivo de cabello, golpearse, provocarse quemaduras intencionadas y pellizcarse.
Los investigadores que informan sobre sus hallazgos en la revista “Injury Prevention”, apuntaron que cerca del 90 por ciento de los participantes de la encuesta eran usuarios normales de Internet, pero que el 10 por ciento eran adictos moderados y el 0,6 por ciento adictos severos.
Los adolescentes adictos tenían problemas emocionales como depresión y ansiedad cuando no estaban en línea, pero se sentían mejor cuando se conectaban a Internet, explicaron los autores del estudio en un comunicado de prensa del editor de la publicación. Los adolescentes adictos también fantaseaban con o se preocupan por estar en línea.
Tras ajustar sus estadísticas para tomar en cuenta la influencia potencial de otros factores como problemas de salud, los investigadores encontraron que los adolescentes adictos a Internet eran el doble de propensos a autolesionarse. Cuando se hacían daño a sí mismos, lo hacían de forma más grave que otros adolescentes.
Fuente: Health Day