Es que cada último viernes de abril, los estudiantes dicen basta, tiran los libros a un lado y se disponen al gran y masivo faltazo. Como cada año, el lugar de concentración es el Monumento a la Bandera y hasta allí caminarán los chicos, a los gritos, aplaudiendo y festejando.
La policía, según informó el periodista Héctor López en Radio 2, seguirá de cerca a los alumnos para impedir peleas o bien, incidentes en el tránsito. Los chicos, distantes, disfrutarán del sol y el buen clima reinante en esta jornada, dándole cuerpo, una vez más a una tradición que cobra fuerza y adeptos con el pasar de los años.