Los internautas británicos son los más preocupados y comprometidos con la información que se divulga a través de Internet. Según los responsables del sitio de videos YouTube, los ciudadanos de Reino Unido son los más proclives a denunciar los materiales que consideran ofensivos.

No es fácil: esta reacción les ha generado problemas al portal. Es que el año pasado la Cámara de los Cómunes habilitó una comisión que acusó a YouTube de no controlar la divulgación de sus clips y de ofrecer imágenes "inapropiadas".

Por lo pronto, un equipo de la empresa entrenado "incluso por el FBI" se encarga de revisar los archivos que se suben y descartan los que incluyen pornografía, sexo explícito y, sobre todo, violencia gratuita y uso de armas.