Un trabajo de investigación realizado por un equipo de científicos en Francia afirma que los científicos con mayor predisposición a diseminar y difundir sus conocimientos son los más destacados en el ámbito de lo académico. La investigación también demuestra que hay más mujeres que hombres que actúan como “divulgadores tipo”, son muy reconocidos en el medio y tienen una permanente actividad científica y participación en congresos.
Los científicos que divulgan sus trabajos también son buenos académicos
Así lo indica una investigación desarrollada en Francia que demuestra que aquellos científicos más activos en la diseminación del conocimiento se destacan también en el ámbito académico
Como correlato, "Los científicos inactivos en popularización de las ciencias y colaboraciones con la industria tienen una menor performance académica”
El equipo de científicos, entre los cuales se encuentra un físico argentino hoy radicado en Lyon, Pablo Jensen, expresan: "Encontramos que, contrario a lo que usualmente se cree, los científicos más activos en la diseminación del conocimiento científico son también más activos académicamente", indica el trabajo, que fue publicado en agosto en la revista Science and Public Policy.
El grupo de investigadores trabajó con una base de 11.000 científicos del Centre Nacional de la Recherche Scientifique (CNRS) y desmenuzó las actividades de divulgación, las patentes o colaboraciones con la industria y la enseñanza realizadas entre 2004 y 2006, teniendo en cuenta los prejuicios que habitualmente tienen los científicos a la hora de decidir si divulgan o no lo que investigan.
El CNRS es un organismo de similar estructura a la del CONICET argentino y cuenta con más de 11.000 investigadores distribuidos en diferentes ramas de la ciencia.
Uno de los prejuicios más extendidos indica que los propios investigadores creen que quienes realizan tareas de comunicación de la ciencia son los menos "prestigiosos", o al menos los que no tienen un lugar destacado en la producción científica. La actitud es conocida con el nombre de "efecto Sagan" (en alusión al científico que se hizo famoso por sus programas de televisión) e indica que la popularidad y celebridad con el gran público es inversamente proporcional a la calidad y la cantidad de la producción científica.
Sin embargo, el trabajo demuestra exactamente lo contrario: la actividad de divulgación es correlativa con los más altos indicadores de producción científica. "Los científicos inactivos en popularización de las ciencias y colaboraciones con la industria tienen una menor performance académica", indica el trabajo. La misma conclusión se obtiene si se comparan la cantidad de trabajos publicados por año: quienes más publican son quienes más se comprometen con la actividad de divulgación y viceversa.
El trabajo fue elaborado por los investigadores argentinos Jensen y Pablo Kreimer, además de Jean-Baptiste Rouquier e Yves Croissant. Se realizó sobre la base de los datos que los propios investigadores completan anualmente en su evaluación ante el CNRS.
Los investigadores diferenciaron las actividades de los investigadores en tres grupos: popularización (incluye charlas en escuelas, conferencias para el gran público y entrevistas a medios), relación con la industria, y enseñanza (salvedad: en Francia no es obligatorio que los científicos sean a su vez docentes). Esos datos fueron comparados a su vez con un "indicador bibliométrico", que mide la performance científica de cada investigador (número de papers publicados y el índice de citación) en función de la cantidad de años que el investigador lleva en la carrera.
El trabajo concluyó, además, que los científicos que están próximos a retirarse son menos activos en las actividades de divulgación. También pudieron saber que las mujeres se inclinan más a las actividades de popularización, los hombres a la enseñanza y que no hay diferencias relevantes en las colaboraciones con la industria. Y que los científicos que más divulgan son los que se vinculan con ciencias humanas y la astrofísica mientras que los químicos son quienes en menor medida se acercan a acciones de divulgación.
Fuente: Prensa Institucional UNL