El epicentro de estos raros delitos es la ciudad de Lancashire, donde un número no determinado de delincuentes asaltaron varias viviendas con hidromasaje, publica el sitio Noticiaslocas.com.
Según la información conocida, en algún momento del robo los ladrones interrumpen el golpe para darse un baño caliente de burbujas.
"Uno esperaría que los rateros intentaran entrar y salir de una casa lo más rápido y calladamente posible. Pero no estos chicos", se lamentó una señora damnificada por los higiénicos atracadores.