"Sabemos que el cuerpo produce ciertos químicos repelentes que evitan que los mosquitos lo piquen. Sin embargo, no sabemos cómo ni por qué estos químicos son fabricados por el cuerpo. Nuestra hipótesis es que podría haber una relación con el estrés", explicó el doctor James Logan, investigador de una de las instituciones más grandes del mundo dedicada a las investigaciones de estos temas.
Según Logan, una de las explicaciones para entender por qué una persona estresada no sería picada por los insectos es que el insecto recibiría una “alerta que le dice que esa persona está enferma, desnutrida o simplemente que su sangre no es de buena calidad para alimentarse”. Debido a eso, los mosquitos preferirían evitar a ese individuo y optar por lanzarse sobre una persona “relajada”, manifestó Logan.
Fuente: El Mercurio - Chile