El destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, reconoció esta madrugada que “va a ser muy difícil (regresar a la presidencia para completar el período), porque depende de la voluntad política”. Sin embargo, dijo a sus seguidores en una manifestación que "en política todo es posible". Arremetió con los grupos de poder económico a los que acusó de no soportar su gestión social.