Centenares de personas se acercaron hoy a la capilla ardiente de la catedral ortodoxa de Atenas, unas horas después de la muerte del arzobispo de Atenas y primado de Grecia Christódulos, y desafiaron el intenso frío para rendirle homenaje. Ahora se abre el proceso de sucesión del máximo cargo de la Iglesia ortodoxa helénica, que debe estar concluido en 20 días con la elección de un sucesor.
"Fue una gran personalidad que acercó la Iglesia al pueblo", señaló el primer ministro griego, Costas Caramanlis, y el presidente heleno, Carolos Papulias, añadió que "luchó por una Iglesia viva y activa".
Para la Iglesia católica de Grecia, Christodulos "cambió el carácter introvertido de la Iglesia ortodoxa, dio los primeros pasos de apertura hacia la católica y respondió por primera vez al llamamiento de décadas del Vaticano", comentó el director de la oficina de prensa de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica de Grecia, Nikos Gasparakis.
Gasparakis, portavoz de los católicos que representan a unos 350.000 fieles (de ellos 60.000 griegos, otros 45.000 europeos y latinoamericanos y el resto inmigrantes), puntualizó que esperan que "el sucesor continúe con sus pasos".
Christodulos recibió en 2001, por primera vez en suelo griego desde el cisma de las Iglesias en 1054, a un pontífice católico, al fallecido papa Juan Pablo II, y en 2006 firmó en el Vaticano con el actual, Benedicto XVI, una declaración común sobre la unidad cristiana.
Los restos mortales del arzobispo Christodulos fueron llevados a la capilla donde se observará un responso de cuatro días para que los fieles ortodoxos se despidan de su líder espiritual que durante casi una década defendió las creencias de la Iglesia ortodoxa de una única autoridad, muchas veces contra todo y todos.
El arzobispo falleció en la madrugada de hoy en su domicilio en el suburbio capitalino de Paleo Psichiko, que se había negado a abandonar desde que regresó en octubre de EE.UU., después del fracaso de un trasplante de hígado debido a un cáncer que se había propagado en menos de un año.
Christodulos, nacido en la localidad norteña de Xanthi hace 69 años, licenciado en leyes y teología, fue elegido en 1998 como el arzobispo más joven de Grecia, a la edad de 59 años, y constituyó una figura que levantó constantes debates debido a sus opiniones fuertemente nacionalistas y muchas veces antieuropeas. Christodulos representaba al 97 por ciento de los fieles griegos, que se declaran ortodoxos, y contaba con una alta popularidad.
"Venid a nuestra casa, con pendientes, con minifaldas. Estáis todos bienvenidos", decía el fallecido arzobispo a los jóvenes y también abrió las puertas de la iglesia a los desamparados, a las madres solteras, a los drogadictos, a los inmigrantes ilegales.
"Le queríamos mucho", dijo la señora Dimitra, que llevaba tres horas a la espera de poder entrar en la capilla ardiente: "Nos dio esperanza". "Es la persona que ha inspirado a la juventud", declaró Nikos, un chico de unos 20 años, y recordó que Christodulos mantuvo su estilo moderno hasta el último momento e informó personalmente a sus fieles de su cáncer de hígado, que no le dejaba mucho tiempo de vida.
El arzobispo fue el pionero de la apertura a los medios de comunicación y a la gente, con la creación de una emisora, una página digital y el diálogo en el espacio cibernético, e inauguró una amplia labor social de la Iglesia ortodoxa.
En 2005 tuvo que afrontar la fuerte crítica de la sociedad y de los fieles tras una secuela de escándalos económicos y sexuales que implicaban incluso a sacerdotes, estrechos colaboradores del líder religioso, y tuvo que cortar cabezas para hacer la "catarsis".
Con la fuerza de tres millones de firmas, en 2000 Christodulos exigió, sin éxito, un referendo para que el Gobierno incluyera la religión en las nuevas cédulas de identidad nacional y llevó a la Iglesia a un abierto enfrentamiento con el Estado. Se manifestó contra el ingreso de Turquía en la Unión Europea, contra la globalización y "las directivas de Bruselas" que según su opinión dictaban la suerte de Grecia contra sus intereses nacionales.
El Sínodo, máximo gremio de la Iglesia ortodoxa, se reunirá esta tarde para definir los detalles del funeral, que se efectuará con honores de jefe de Estado, en presencia del Gobierno, el patriarca ecuménico ortodoxo (de Constantinopla) Bartolomeo, el de Alejandría y el de Jerusalén.
Fuente: EFE