La realidad apabullante, el vértigo cotidiano, la incertidumbre del futuro inmediato y mediato, no nos permiten analizar con “frescura y madurez” este presente que ya pisa el año 2010.

Sin embargo es hora de reflexionar, el almanaque habla de cierres y balances. No puede estar ausente la memoria.

 Recurriendo a ella, transito en una especie de “tour”, el año 2009. 

          o Copas levantadas por brindis donde se dieron cita, como siempre, los cinco sentidos. Gusto, tacto, vista, oído, olfato.
          o Disfrutar el sabor de la Salud.
          o Palpar una Argentina Solidaria.
          o Ver la construcción de un mundo con Trabajo y Equidad.
          o Escuchar el sonido de la Libertad.
          o Aspirar el sagrado olor de la Paz.

¿Qué sucedió?