El entrenador Leonardo Madelón vivió una noche súper feliz, como todo el mundo Central. Esta victoria sirvió sobre todo para sacar ventaja en la carrera por la permanencia, pero también es un alimento espiritual para un plantel que en algún momento estuvo acosado por las dudas y temores del descenso. Y la actuación del equipo le dio al DT el plafón que le faltaba para empezar a ganarse la confianza de la gente.

En la conferencia post partido, el conductor auriazul llenó de elogios a sus dirigidos. “Me voy pleno, feliz, porque fue un gran rendimiento el que tuvieron los muchachos. Por momentos parecía el fútbol total, sobre todo en el primer tiempo, cuando hicimos la diferencia. Es el fútbol que nos gusta a todos. Ahora la tarea será ardua porque hay que repetir. Arsenal es un rival difícil, que no se regala, y el equipo entendió que no había que dividir la pelota y circularla por abajo. Fue todo perfecto”, dijo sin respirar en el inicio de la charla.

“Alargamos la ventaja de puntos sobre los demás competidores”, prosiguió, “pero también lo hicimos en producción de fútbol: no es que ganaste colgado del travesaño, sino que el equipo fue contundente, jugamos muy bien, corrimos mucho con pelota y sin pelota, y siempre con tres en el fondo, porque Papa se iba todo el tiempo. Buscamos tener paciencia ante la ansiedad de la gente. No muchos equipos lo logran, y nosotros tuvimos paciencia, que no es pasividad; manejamos los tiempos del partido, y lo mejor del equipo es eso: la humildad, la entrega y la paciencia para manejar los partidos”.

El agónico 2 a 1 de Boca ante Racing les abría, en la previa, una inmejorable oportunidad de despegar. Madelón opinó que “por cómo se dio, ese resultado te podía relajar o motivar aun más. Nosotros lo usamos para la motivación, era el momento de hacer la diferencia”. Y en relación a la ventaja de cinco unidades sobre la otra Academia, subrayó: “Parece una diferencia decisiva, pero no lo es. Acá está la tarea del cuerpo técnico: recién hablé con los jugadores, y saben que fue un paso importante pero que esto sigue. La gente se fue ancha con el equipo por el fútbol que vio. Ahora tenemos que ratificar esto el domingo con Lanús”.

También mereció su análisis la actuación de Hernán Castellano, quien atajó tras una larga inactividad: “Estoy feliz porque al Rifle le tocó estar. Se reencontró con su gente, que él tanto quiere, y mostró una imagen mil por mil profesional; venía trabajando en silencio y jugó muy bien”. “Creo que ahora es el momento de sumar afuera”, continuó, “por ahora está ganando el grupo, porque tenemos un plantel de no muchas figuras, sí de grandes jugadores, que estaban diezmados en algún momento, pero entendieron que el grupo era clave para la remontada. Hay chicos que me ponen muy contento, como Braghieri en silencio ganándose un lugar, Paglialunga no hizo notar la ausencia de Méndez, y bueno… los resultados avalan el trabajo, ahora hay que seguir”.

Por último, se refirió a la posibilidad de seguir en Central una vez que su vínculo contractual llegue a su fin: “Yo pienso en el objetivo principal, que es salvar al equipo del descenso. Tengo contrato hasta noviembre, pero pienso en el primer objetivo. Creo que el Vasco (Horacio Usandizaga, presidente) estuvo bien despejando las dudas, fue un buen trámite que hizo la dirigencia, y estamos bien: el club está sano, hay muchos más socios, gente que se acerca a colaborar, y vamos por un nuevo Central con mucha credibilidad”, cerró.