Malika el-Aroud tiene 48 años. Por las calles camina tapada de una túnica negra y pasa casi desapercibida junto a las mujeres que la secundan. Sin embargo, es detrás de su bitácora desde donde marca la diferencia. La mujer escribe en francés, con el seudónimo Oum Obeyda y ya es una de las más destacadas militantes de la jihad (guerra santa) en Europa.

El-Aroud no sólo se ha vuelto famosa entre los fanáticos de los foros extremistas donde difunde su mensaje de odio hacia el mundo occidental. También es conocida entre los funcionarios de inteligencia de toda Europa, que la identifican simplemente como “Malika”, una musulmana que está al frente del movimiento femenino que aboga por un rol más importante para las mujeres en una guerra global en la que predominan los hombres.

Ella se define como una combatiente de Al-Qaeda. Insiste en que no difunde instrucciones para fabricar bombas y en que no tiene la menor intención de tomar las armas. En cambio, alienta a los hombres musulmanes para que luchen y convoca a las mujeres a sumarse a la causa.

“Mi misión no es detonar bombas; eso es ridículo”, dijo en una poco frecuente entrevista. “Tengo un arma: la palabra. Esa es mi guerra santa. Lo que se escribe también puede ser una bomba", añadió.