El miércoles pasado hacía mucho calor en la ciudad. En las piletas Alem, cientos de personas buscaban alivio en el agua. El mediodía fue un infierno cuando algunos chicos descubrieron en el fondo de la pileta a Marcelo, un nene de 12 años. Pudo ser rescatado gracias a la solvencia de los guardavidas. No sabia nadar.