Diego Maradona logró mudar la localía de la selección argentina a Rosario y por ahora no se arrepiente. Lejos de eso, el entrenador del combinado albiceleste se mostró muy satisfecho con las instalaciones y el campo de juego del Gigante de Arroyito, luego de una inspección que hizo en persona este martes. “La cancha está bárbara”, resumió el Diez, y ahora espera ansioso el partido del 5 de septiembre ante Brasil, por las Eliminatorias.

“La cancha está bárbara. Y los vestuarios no están terminados pero van a quedar bárbaros”, expresó el Diez en la conferencia de prensa que dio, luego de recorrer el estadio, en el hotel donde se alojará la delegación albiceleste.

Diego explicó que sólo resta esperar que el renovado césped crezca para dejarlo después “más cortito, para que los chiquitos vayan mas rápido”, en alusión al bajo promedio de estatura de sus jugadores más ofensivos.

Con el mismo tono de conformismo, Maradona remarcó una vez más que “la cancha de Central es ideal para meterlo a Brasil en un arco, para que la gente aliente y los jugadores se sientan junto a la gente”.

En ese sentido, el DT se remontó a sus años de jugador y recordó: “Me gustaba jugar con la gente cerca, porque escuchás todo lo que te dicen, tanto a favor como en contra. Tenemos la ventaja de que acá será todo a favor y eso va a hacer que los jugadores se agranden y quieran dar un buen espectáculo”.

Nada de rivalidades locales

Consultado sobre la marcada rivalidad que en Rosario tienen Central y Newell´s y una posible manifestación de los hinchas en ese sentido durante el partido de la selección, Diego sentenció: “Acá somos todos argentinos, que venimos a buscar la clasificación –para Sudáfrica 2010– con «el» rival. Y tenemos que unirnos todos; si no, Brasil nos puede hacer daño porque es poderoso”.