Los Enanitos Verdes llevan 33 años tocando juntos, 16 discos y miles de kilómetros recorridos por Latinoamérica y Estados Unidos. Cuando llegaron a Buenos Aires desde Mendoza, el prejuicio de algunos hizo que nunca dejaran de ser la banda "comercial". Hoy Marciano Cantero, vocalista y compositor, se ríe de la situación: ”decime dónde está la Pelo ahora”.
Marciano Cantero: "el presente de los Enanitos es un power trío bien aceitado"
La banda toca este sábado en El Círculo con "Tic tac", un disco recién terminado, y los clásicos de tres décadas en el setlist. El vocalista asegura que los prejuicios nunca los detuvieron y que García y Spinetta fueron "su escuela”
El grupo tiene un nuevo disco bajo el brazo, Tic Tac, que cuenta con la colaboración, en una de las canciones, de Cristian Castro. Con una lista de temas “que saben todos”, sumada a los temas del presente, la banda toca este sábado a las 21 en el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza.
“Es un disco que se fue armando en este período de años que pasaron desde Pescado original (2006)", cuenta, desde algún lugar de Mendoza, Marciano Cantero en diálogo con Rosario3.com.
“Creo que con nosotros pasó algo muy original: nos convertimos en una banda de tocar en vivo. Es una situación ideal pero también bastante agotadora. Y, a pesar de componer, para hacer un disco hay parar”, asegura Cantero.
La pausa de los responsable de “Por el resto” fueron veinte días de ensayo, para ajustar los temas, y el tiempo que llevó plasmar las canciones en el estudio.
Los Enanitos Verdes, en rigor de verdad, tuvieron dos títulos intermedios entre el último registro y el presente. Uno fue Inéditos, con temas ídem que databan de épocas anteriores, y el otro fue un disco en vivo grabado y lanzado en Estados Unidos.
“En un tic-tac puede cambiar todo. Y le han pasado muchas cosas difíciles a personas muy cercanas y muy queridas en este tiempo, y te das cuenta que la vida no es un chiste. Tampoco es un disco melancólico, porque tiene ironía, pero la idea es un poco eso”, asegura el vocalista.
“Grabamos con Gustavo Bone -mismo productor de Big Bang (1994)- y sin metrónomo, con una formación power trío bien aceitada” advierte Cantero. Ese mismo esquema se repite para el show de Rosario, con su eterno ladero Felipe Saiti, en guitarras, y la batería de Jota Morelli, más el apoyo de Juan Pablo Staiti, en guitarra y coros.
El cómo suena una banda no es un dato menor para el grupo. “No en vano tenemos el mismo sonidista desde 1984. De chico me molestaba ver bandas que no sonaban como en el disco. Por eso, desde el principio quería que el el vivo sea el audio del disco”, apunta el cantante.
Los “docentes” de Cantero fueron, entre otros, el Flaco y Charly. “Vi muchas veces a Spinetta y a García y para mí era como ir a la escuela”.
Encuentro en el estudio
"Estábamos por grabar una toma y salgo al pasillo del estudio. Ahí me lo encuentro a Cristian Castro y los dos dijimos «¡Uy loco, cómo estás!». Él también estaba grabando y le dije «me encantaría que vengas». Y se dio”, desanda Marciano. El resultado se llama "Besos violentos".
“La gente tiene la imagen de él como un baladista, pero tiene mucho rock and roll, es más, tiene un gran caudal para ser cantante de rock”, concluye Cantero. Para el vocalista, el secreto de la persistencia de los Enanitos es que conforman "un equipo bien trabajado" al que los prejuicios "le hicieron un favor".
“Si les hubiéramos dado importancia nos hubiéramos detenido. Creo que muchas veces la gente se equivoca, como a mi también me pasó. Pasa que fuimos parte de un momento muy especial y fuimos afortunados de estar con el tema justo en el lugar necesario. Algo parecido nos pasó cuando llegamos a México y ahí se estaba gestando el rock latino”.