Las ballenas que murieron en esta última tanda habían superado el encallamiento pero fueron guiadas fatalmente de vuelta a la orilla por una de sus líderes enferma.
Socorristas lograron poner a salvo a otras dos ballenas líderes y devolverlas al mar, a donde las siguieron el resto de supervivientes.
El Departamento de Conservación anunció que el grupo será vigilado por una flota de pequeñas embarcaciones para intentar evitar que vuelvan a dirigirse hacia aguas pocos profundas.