El 8N se desarrolló este jueves a la noche con una participación masiva en las principales ciudades del país y con fuerte presencia en Capital Federal. Miles de personas coparon el Obelisco pero la protesta se multiplicó por distintos puntos, como por ejemplo Olivos. Lo propio ocurrió en ciudades del interior, Rosario incluída. La concurrencia fue mayor a la marcha anterior del 13 de septiembre.

El cacerolazo comenzó a las 20 y se extendió por más de dos horas. En Buenos Aires, un grupo se movilizó hacia plaza de Mayo con intenciones de prolongar la protesta.

La concentración se realizó con distintas consignas que coincidieron -en general- en rechazar políticas del gobierno nacional. Pero también hubo -aunque en menor medida- reclamos a la oposición y a la dirigencia política en general. Algo similar ocurrió en el Monumento a la Bandera, que se llenó de manifestantes. Muchos de ellos con pedidos de mayor seguridad, que en ese caso recaen contra la gestión provincial.

En Capital, ya desde las 19 distintas columnas de ciudadanos comenzaron a movilizarse hacia el Obelisco con cacerolas, banderas argentinas y pancartas contra la re-reelección presidencial, la corrupción, la inseguridad y otros planteos.

La 9 de Julio en lugar de quedar saturada de tránsito dio lugar a una enorme masa de manifestantes. Entre las pancartas, podían leerse distintos reclamos, entre ellos el reclamo por la inflación, la inseguridad, y el rechazo a la una re-reelección.